12 abril, 2009

COMPLICIDAD

Lo escribo, por que de hablarte
se que debo contenerme,
que aunque me mires sin verme,
yo te veo sin mirarte.

Ayer cuando con tu esposo
ibas bajando la calle,
él te llevaba del talle
y yo me sentí celoso.

Al veros ¡OH, maravilla!
con un gesto campechano,
a él le ofrecí mi mano,
a ti un beso en la mejilla.

Perdona la travesura,
no quise causarte agravio
cuando el borde mi labio
te buscó la comisura,

Pues aunque estaba delante
de mi esposa y tu marido,
tu beso fue de cumplido,
mi beso, beso de amante.

Con una sonrisa luego
nos cruzamos la mirada,
y te presentí halagada
cuando repetiste el juego.

pues dejaste tal dulzura
en el borde de mis labios,
cuando el borde de tus labios
rozó con mi comisura

que al marcharte, silencioso,
os miré bajar la calle,
el volvió a ceñirte el talle
y yo me sentí celoso.

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