22 abril, 2009

AL VIEJO CANTOR

—Paráfrasis sobre el OLMO VIEJO DE ANTONIO MACHADO._


Al corazón herido por la pena
y el cuerpo dolorido
por un mal interior que le condena,
de nuevo el amor le ha sorprendido.

A este cuerpo decrépito y cansado,
Que está casi al final de su camino,
Con su aspecto exterior desaliñado
y triste, el espíritu cansino,

que ya no espera ver reverdecida
ninguna de sus viejas ilusiones
de juventud ahora adormecida.

Un cúmulo de negras sensaciones
van ensanchando el cráter de una herida
que socavan punzantes aguijones.

Antes de que al final, cantor del Duero,
reclave tu ataúd el carpintero,
desplegadas las velas de tu barca
emprendas la infinita singladura,
y el resto de tus restos en un arca,
al fondo de los valles y a la altura
se esparzan tus cenizas.
Antes que un torbellino te haga trizas,
antes que el mar te arrastre a la otra orilla,
antes de que la nieve de las cumbres
se torne en amarilla.
Te quiero confesar, cantor querido,
que en este corazón deshabitado,
sin esperanza viejo y malherido
aunque triste, decrépito y cansado,
una rosa en su echo ha florecido.

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