Así grabó mi piel
el tiempo que retuerce el tronco a los olivos:
Con los primeros brotes
de risa que florece en primavera,
las gotas de rocío,
los cúmulos que esparcen la lluvia bondadosa,
el aire que acaricia la mies en los trigales,
los frutos generosos ,
El letargo aburrido de las tardes plomizas
las horas dilatadas del estío,
la galbana y la siesta,
las frescas madrugadas,
los matutinos sueños.
El sol que desparrama por las cumbres el oro del otoño,
que aunque arañe mi piel me hace sentirme vivo,
la nieve que atesora vida en los ventisqueros,
el vino de las noches ,
la fruta de los lechos,
la ternura caliente de los nidos ,
la llama que atempera la leche de los pechos
y la sabiduría:
cinceles de experiencia
que pintan paulatinos inviernos en las sienes
La historia que rescata del olvido la niebla del pasado,
El tiempo que retorna
a retorcer el tronco a los olivos,
al renovar los brotes de nuevas primaveras.
y completar un álbum de otoños sucesivos,
con ráfagas vitales,
van dejando los surcos grabados en mi piel.
29 abril, 2009
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