21 abril, 2009

CHAPAPOTE

Ese bello rincón donde se duerme el día,
Cuna donde se mece la rosa de los vientos,
Ese roquedo verde de simas verticales
Donde anida el petrel y la gaviota,
Donde el aire es mas puro, mas limpia la ribera,
Mas amplio el panorama y mas bravo el horizonte.
Ese fluir constante de inquietas marejadas,
Fascinante apogeo del flujo embravecido.
Anchura de partidas, buscando nuevos mundos,
Bocana de retornos y abrigo de naufragios
Que murmura incesantes ecos de barcarolas…
De pronto ha enmudecido
Por que la pestilencia del vómito hediondo
de un monstruo malherido,
que antes de sumergir en el profundo abismo
su repugnante baba,
enturbió la hermosura del paisaje.
Por eso ya no forma la ola cristalina
Rizos de blanca espuma al saltar en la escollera,
Pues llega hasta la orilla, apagada por el lodo,
Ahogándose entre espesos y sordos maretazos.

Con la desolación en la mirada. Bebiéndose su llanto,
La pupila reseca y una muestra de hastío,
Resignado el gesto y la sonrisa amarga.
En el pecho la angustia, el alma en vilo y un nudo en la garganta.
Espera temeroso el marinero, anclado en la impotencia,
A que el infame monstruo que yace en el abismo,
Regurgite procaz, soltando de su vientre purulento,
El hipo repugnante de otro oleoso esputo.

Antes de que la roca se libere
Del sórdido dogal que la atenaza
Y la arena recobre el oro que lucía
Y reverbere el sol en los acantilados.
Antes que la gaviota alquitranada renueve su plumaje
Y vulva a haber cangrejos reptando entre las peñas,
Reluzca de nuevo la plata al rebullir la pesca en la almadraba,
Antes de que recobre el mar su poderoso azul
Y el litoral rechace el tenebroso luto,
Yo ya no podré ser testigo del paisaje,
Me iré con la esperanza
De que al pasar los ciclos infinitos,
La vida se renueve.
Pues auque falte luz que impida ver el alba,
El sol seguirá haciendo cada día
Su guiño vespertino en Finisterre.

No hay comentarios: