06 agosto, 2018

sin pretensiones


SIN PRETENSIONES


Ya no puedo pedir a estas alturas
los guisos que me hacían mis abuelas;
que con unas humildes habichuelas
creaban un manjar sin florituras.

Una porción de unto, una verdura
y unas papas haciendo maridaje,
eran todo el condumio del potaje
que ellas me cocinaban con dulzura.

No tengo el paladar del señorito,
ni anhelo esas delicias parisinas
que colman, del gourmet el apetito,

pues una sopa de ajo campesina
puede ser el manjar mas exquisito
cuando se pone amor en la cocina.
                                                                      

al chef de la residencia


AL “CHEF” DE LA RESIDENCIA


No importa que el “pescao” sea congelado,
o que las alcachofas sean de bote,
ni que a la coliflor le pongan mote
esas salsas de nombre afrancesado.

No digo que el condumio no sea sano,
ni que el que aliña el caldo del puchero
deba ser tan experto cocinero
como lo sean Lucio o Arguiñano;

No es nuestro paladar tan exigente
que pida cinco estrellas al guisado;
cualidad le daremos de excelente,

aunque no esté con lujo cocinado;
bastará con que esté cada ingrediente
con algo de buen gusto aderezado.