29 agosto, 2014

PROEZAS




PROEZAS


Puedo, si alguna vez me lo propongo,
caminar un par de horas a buen paso,
correr al autobús, o dado el caso,
bailarme una jotica o un zorongo.

Creo, si el corazón no me hace tongo,
que puedo enamorarme todavía,
o darme a una galante fantasía,
con la sensualidad de que aún dispongo.

Subir de dos en dos los escalones,
puedo, con más o menos ligereza.
sin embargo, estas fáciles  funciones,

que siempre he realizado con destreza,
ahora pienso que son comprobaciones
y que al hacerlas logro una proeza.
.



20 agosto, 2014

PODEMOS





SAVIA NUEVA


Por que ya la gaviota no alza el vuelo,
en el puño, la rosa está marchita,
la grey pidiendo pan se desgañita
y están las ilusiones por el suelo.

Porque la patria entera está de duelo,
 la justicia no está o está callada,
la riqueza, en su feudo,  acomodada
 solo proyecta  nubes en el cielo,

por  quitarnos lo  poco que tenemos
el ansia de plutócratas feroces;
y por una inacción que no entendemos

se oxidan los martillos y las hoces.
Debemos  exigir y exigiremos
justicia y dignidad con nuevas voces.



ME LO DIJO ALI BABA


ME LO DIJO ALÍ BABÁ
Efectos colaterales

Las puertas donde guardan los ladrones
sus valiosos tesoros bajo el suelo,
no precisan volar las cerraduras,
se abren con llaves de cordura
al conjuro exhortador de las palabras.
Mas, si en lugar del verbo y la razón,
machacáis sin piedad los hormigueros,
destruirán vuestras armas infernales,
(por mor de la soberbia y la avaricia)
además de los bíblicos parajes,
que aprendí, siendo niño a respetar;
el delicioso edén de Babilonia,
cuna donde la historia vió
la luz preliminar de la cultura;
oriente y alborada del saber.
Y morirán con ellos
la magia de los sueños prodigiosos,
el misterio de los cuentos ancestrales,
los mundos fabulosos,
la lámpara encantada de Aladino,
los genios portentosos,
la mágica levitación de las alfombras,
las noches sin final de Scherezade,
las quimeras Simbad  y Alí Babá;
y matareis, en suma, brutalmente,
la blanca fantasía de mi infancia
y el embrujo de las noches de Bagdad.
Loarán vuestra gesta, lisonjeros,
con su mendaz sonrisa, los cretinos;
tratando de acallar vuestras conciencias
donareis, en “magnánimo” rateo,
entre los infelices, amargas golosinas.
Y después de saltar sobre las ruinas
el tropel de metálicos corceles,
 al rugido triunfal de las cornetas,
ignorando en la orilla ensangrentada,
los miembros infantiles amputados
y el dolor de las madres sorprendidas;
en las altas esferas, confortables,
florecerán astutos dividendos,
y lucirán, con cínica soberbia,
entre un coro, falaz, de aduladores,
el oro de la infamia en la solapa.  
   



PINCELADAS






                                                            ( 1) 
                                                                    
PINCELADAS

            1
Cuando me cita,
tu pecho acelerado,
bajo el cerezo;
dando a mi boca,
miel de manzana
sofocada y urgente,
me  saben a perfidia
tus  besos clandestinos.

             2
Reos de nieve
que en esa estrecha cárcel,
de seda y raso,
latís cautivos
con  grilletes de nácar
aprisionados,
pugnáis para libraros
del yugo que os oprime.

             3
Tu, la que llenas
los ojos inocentes
de colorines,
al tiempo que aceleras
la fantasía
das vida a los muñecos,
y traes mi madurez
al mundo de los gnomos.

             4 
Cuando la pluma
vuela inspirada,
cantan los adjetivos;
luces de  surrealismo
mueven los ejes
de la imaginación;
de cifras en hilera
surgen los hormigueros.
                                                                  
              5
Aunque en el verso
dejen un poso
los filtros de sintaxis,
el adjetivo
torna afrutado
el vino del poema;
apuremos la copa
con lírico deleite.

            6
En la penumbra
surge tu luz,
luciérnaga aturdida.
En la vehemencia
el brillo de tus alas
vas consumiendo,
buscando cada noche
un ascua en que abrasarte.

           7                                                          (2)
Con los colores
pone el revoco
sonrisa en las fachadas.
Los desconchones,
heridas enquistadas
que en los pasillos,
van dejando  gravadas
profundas cicatrices.

           8
Desde el profundo
silencio de los claustros
surge la idea.
Con  los cinceles
de la constancia
doy forma al pensamiento.
Los duendes de la pluma
adornan mi breviario.
                                                                                
            9
Sobre la cuna
luce la estrella
en la mágica noche.
Con optimismo;
que el zumo de la parra
colme la copa,
alcemos jubilosos
un brindis por la vida

          10
Cráter de loza
donde te fundes
cilíndrico volcán.
Tu proporcionas
mágicos viajes
de aromática muerte
dejando quemaduras
tras una nube blanca.

          11
En ese libro
sobre la mesa
reposan  las palabras.
Un mundo impreso
para llenar las horas
está dormido
hasta que con tus ojos 
las saques del letargo.

           12
La lluvia suave
cuenta, en el tedio,
los minutos ociosos.
Suspenso el lápiz
pasa  incolora
la tarde del domingo.
solo el papel en blanco
resta melancolía.

           13
Tras el espejo
queda  la efigie
de un íntimo pecado.
Me abruma un sentimiento
para  el poema
culpable que me inspira,
y aumenta mi tristeza
la imagen que me ofrece.


           14
Mojan los labios
al beduino
otros labios de arena.
En el oasis
restalla el beso
como un cristal caliente
y las manos sedientas
se llenan de lisura

            15
Tras el ocaso
se queda el tiempo
girando en los relojes.
Dan en la noche
luz a los sueños
los párpados cerrados
hasta que abras los ojos
y hagas, de nuevo, el día.

             16
Roncaba triste,
el bandoneón cansino
asmáticas vocales.
El vino espeso
ponía en las horas
paladares de trapo,
histéricos lamentos
lloraban los violines.

            17
El agua blanda
se desvanece
detrás de los cristales,
siempre la lluvia,
serenamente
nos llena de nostalgia
en cambio las petunias
ríen en los jardines.

            18
Por los aleros
gimen las gatas
en la gélida noche,
mientras que azules
felinos encelados
rondan los patios,
buscando la promesa
de un momento posible                                                                    
                                                                                  ( 3 )
           19                             
Los marineros,
arriando el copo,
evocan la arribada.
Con lenguas de humo,
alcohol y agua de rosas,
en el aliento,
merodeando en la playa,
pululan las sirenas.

          20
En el balcón,
florecen las macetas
cuando anochece.
Tras los visillos
late impaciente
un lirio enamorado
y un beso presentido
viene por la vereda.   
                   
           21                                     
En el verano,
callan sus gritos,
los músculos tensados;
en las terrazas,
sudan su siesta
los pícaros gorriones,
esperando en el tedio
las horas disolutas.

            22
De madrugada,
un vaho caliente
destilan los borrachos.
A trompicones;
el vino rancio
de  una  noche perdida
va arrastrando una alforja
de huesos que tiritan.

             23
Por  la mañana,
en mi jardín,
los  mirlos me despiertan.
Entre las ramas,
el viento silva
alegres tonadillas
y en charcos de rocío
se bañan las violetas


           24
Cuando te fuiste;
perdido entre la hiedra.
quedó un suspiro.
Yo cada tarde
palpo la arena
del muro calcinado.
porque se fue mi beso,
prendido en tu sonrisa.

           25
Los panaderos
llenan canastos
de horneada luz al alba
y un suave aroma
de harina y agua
tostada en los manteles;
y emiten  las sonrisas
crujidos de almidón.

             26
Repica el mazo
por soleares
mientras suspira el fuelle.
El ascua viva
chasca en la fragua,
y al  tintineo,
van  saltando del yunque
los versos encendidos.

              27
En el estío,
rasgan  la noche
sierpes de fuego y agua.
Se ahogan los surcos
cuando se irritan
las luces estivales
y corren sus cortinas
los cielos estrellados.

            28
Como el canario
llorando canta,
doy al aire mis penas,
Me tienes preso
paloma esquiva
borrado en mi ceguera,
detrás de los barrotes
de tu frío desdén.
                                                       
                                                           (4)

               29                                 
Mis penas en los flecos
de tu mantón,
dejé prendidas.
En el olvido
quedó  la historia,
atrápala si puedes,
para llenar las horas
que ya no esté contigo.

             30
Tras la tormenta,
los charcos quietos
brillan como el cristal,
igual que el agua en calma
deja en los vasos
un acre gusto a cieno,
de limo es el azogue
que forma los espejos.

                31
De azul y verde
las ilusiones,
al humo de las antros,
de madrugada,
sabían los besos
a alcohol y nicotina,
agotando las noches
los fines de semana .

             32
Entre los tallos
que acopa el árbol
de la fraternidad;
De alguna rama,
saldrá el mango del hacha
que tale el tronco,
por eso, el fruto a veces,
tiene el sabor amargo.   
                          
             33                                 
De íntima mierda,
como el escarabajo,
forman su  bola.
Cínicamente
manchan con el escarnio
los apellidos
y arrojan la inmundicia
en el ventilador.

          34
En seda y rosa,
de esencias homogéneas.
Ligan mistura.
Por los caminos
bajan los besos
a coronar la cima.
Carmín contra carmín
se expande el arco iris.

             35
Cuando al conjuro
de los afeites
se trucan los espejos,
con los colores
del decorado
nos miente la tramoya.
el agua de las horas
nos borra la sonrisa.

              36
Ríos de tiempo:
sordas corrientes
que arrastran mi semilla.
Se harán sarmientos
inexorables
la savia de los tallos,
hasta teñir de nieve
mi sien sumando inviernos.

               37
Cuando el amor,
se manifiesta,
exento de ataduras
el  matrimonio,
sin duda es el causante
del adulterio,
huyamos de los yugos
para evitar pecados

            38
Se oyen a veces
vacías y ampulosas
disertaciones,
Si el ignorante
opina, su torpeza
deja patente,
cuando eleva la voz
hacia la galería
                                                                             (5)
            39
 Como sabuesos,
arrastran las narices
Sobre la excreta.
Con insolencia
se ciscan despectivos
en las farolas.
y la nariz del necio
se goza con el tufo.

          40
Acomodado
en el muelle diván
de su abundancia,
el egoísmo
tiñe de rosa
la luz de los cristales
con la mano encogida
para el desprendimiento.
     
           41                                                            
La paz recoge
de los escombros,
Lo que escupen las guerras.
Con la desolación
y la miseria
se escribirá la historia
y así va progresando
la civilización.

            42
Entre estertores
resuella en la almadraba
el pez cautivo.
En su agonía
muerden los moribundos
bocados de aire
luchando inútilmente
por retardar el tránsito.

                 43                                                                                                                
 Los bellos  sueños
se nos escapan
como humo  entre los dedos. 
Las ilusiones
son frágiles castillos
de arena y agua
que se nos desvanecen
si ruido al despertar

          44
Al irse el día,
como un manto de luto
viene la noche.
Oscuridad,
cortina de silencio
que cubre el cielo
porque los calendarios
ciegan y encienden soles.

            45
Las prostitutas
desnudas por el parque,
marcan  sus fueros,
Nocturna flora
que adorna los jardines
de la lujuria,
victimas y verdugos
de los vicios ajenos.

             46
Aunque rebose
su plato en el banquete,
los envidiosos,
verdes  de celos,
por saborear la inquina
que los ahoga,
ven siempre mas sabroso
el  plato del vecino.

              47
Comen con ansia
para calmar el hambre
de la venganza.
Obsceno pan
que calma el apetito
del ruin y el frágil
carentes de nobleza
para afrontar un reto.

             48
Hablan en vano,
como los charlatanes
venden corbatas.
En el estrado,
avivan su plumaje
los pavos reales,
con retórico acento
para no decir nada.

                                                       (6)
            49
Toqué su busto
A causa del frenazo,
dulce  incidente,
Un repentino
relámpago amoroso
cruzó mi pecho,
pero ella indiferente
bajó del autobús.

            50
Prendió una llama
el ritmo sinuoso
de sus caderas.
Sus devaneos
apretaron el nudo
de mi corbata,
pero apagó la hoguera
con una grosería.
                          
             51
Cuando sugiere
tu ceñidor
las formas evidentes,
de tu corpiño,
mis ojos codiciosos
rasgan la tela,
hago, de tus encantos,
una radiografía.    

             52
Al ventilar el aire
el vaho fundido
de una noche de amor.
Plena y feliz,
al evocar los besos,
se sonreía.
Cantaban las ventanas
Coplas de La Piquer

                53
El horizonte
que a meditar invita
serena el alma.
Al exaltarse
la ilusión, nos desborda
los pensamientos,
hasta que nuestro sueño
se integra en el paisaje.


                54
Atufa el poso
cuando rebosa el vaso
de la avaricia.
De la codicia,
no tapan los hedores
los vasos de oro,
porque del fondo aflora
el olor a podrido.           

           55
Los manantiales,
por las verdes praderas
pasan cantando.
Alegremente
se va diseminando
el agua viva,
hasta que por los ríos
de tiempo, se diluyen

            56
Pobreza y hambre,
arcilla  imprescindible
que manipulan
los poderosos,
magnos distribuidores
de la limosna,
hábiles alfareros
de la filantropía.

             57
Dando migajas,
se controla la llave
de la despensa,
Es utopía
erradicar el hambre
del tercer mundo.
pilar en que se asientan
ciertas instituciones.

              58
Maquiavélicos
productos exportados
son las contiendas.
Pueblos incautos,
que a palo y zanahoria
libran las guerras
con que llenan sus arcas
los trust del armamento.