LA
CIGARRA Y LA HORMIGA
Paseando
por el campo cierto día
reparé
en el trajín de un hormiguero
y
pensé en el afán del usurero
que
no ve nunca llena su alcancía.
Cerca
de allí había una cigarra
que al verlas trabajando se reía,
mientras
ella, de sol a sol, el día
lo
pasaba rascando su guitarra.
No
creas, le decían las hormigas,
que
todo el año es como en el verano,
si
ahora te estás mano sobre mano,
pasarás
en invierno las fatigas.
Aunque
luego al final todo te sobre,
le
contestó a la hormiga la cigarra,
yo
aprovecho mi tiempo en ir de farra
y tu,
por morir rica, vives pobre.
Si
esas son tus razones, que respeto,
allá tu suerte, replicó la hormiga,
si
quieres escuchar mi voz amiga
me
viene a la memoria este soneto:
Si la
pensión no tienes bien cubierta
por
no haber sido a tiempo precavido
y te
halla la vejez desprevenido,
tendrás
que mendigar de puerta en puerta.
Si gastaste el caudal que se precisa
por
haberte pasado de imprudente,
no
busques implicar a tu parientes
inmersos
en el mundo de la prisa.
Dueño y señor de lo que necesita
tu
vejez, cada vez ya mas cercana,
te la
harán tus recursos mas bonita.
Prepárate un colchón para el mañana,
porque la libertad no es gratuita,
no
importa que al final te sobre lana.
M.H.P. .
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