¡ ESOS NIETOS ¡
Acogido al
confort de mi butaca,
acoplé el
corrector de mi presbicia,
dispuesto a
disfrutar de la delicia
de leer una
novela policiaca.
Atrapado en
su trama demoniaca
volaba la
emoción por los renglones
y entre una
mezcolanza de emociones
me forjé una
ilusión paradisiaca.
Sumido entre
el sopor y el duermevela,
del sueño ya,
mis músculos cautivos,
de pronto
oigo un tropel que me desvela,
¡¿ Que son
esos escándalos festivos?!...
mis nietos
que al regreso de la escuela
me
volvieron al mundo de los vivos.
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